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Mediante un ambicioso Plan impulsado por el Fondo de Recuperación como forma de contribuir al proceso de reconstrucción de las economías en el mundo post-COVID-19 a partir del año 2021, se ha publicado el Real Decreto 853/2021 del 5 de octubre en el que se regulan los programas de ayuda en materia de rehabilitación residencial y vivienda social del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Para ello, España movilizará una gran inversión mediante el nuevo instrumento de recuperación Next Generation EU aprobado el pasado 7 de octubre de 2020 en el marco general del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España. De tal manera que se traza la hoja de ruta para la modernización de la economía española. Todo ello regulado posteriormente por el Real Decreto-ley 36/2020, de 30 de diciembre, por el que se aprueban medidas urgentes para la modernización de la Administración Pública y para la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, es un proyecto de país que requiere de la implicación de todos los agentes económicos y sociales, de todos los niveles de gobierno y del conjunto de los recursos de la administración pública. Los proyectos que constituyen el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia permitirán la realización de reformas estructurales en los próximos años, mediante cambios normativos e inversiones y, por lo tanto, permitirán un cambio del modelo productivo para la recuperación de la economía tras la pandemia causada por la COVID-19 y, además, una transformación hacia una estructura más resiliente e inclusiva, de especial relevancia, todo ello, para el interés público, social y económico.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia está constituido por dos ejes principales: el primero de ellos destinado a reforzar la inversión pública y privada para reorientar el modelo productivo, impulsando la transición verde, la descarbonización, la eficiencia energética, el despliegue de las energías renovables, la electrificación de la economía, el desarrollo del almacenamiento de energía, la economía circular, las soluciones basadas en la naturaleza y la mejora de la resiliencia de todos los sectores económicos; y, en segundo lugar, un componente 2 centrado en el impulso de las actuaciones de rehabilitación y mejora del parque edificatorio, tanto en ámbitos urbanos como rurales, con el marco estratégico de la Agenda Urbana Española, y asegurando la máxima ambición en el ámbito de la energía y la sostenibilidad, al tiempo que se favorecen actuaciones integrales que contribuyan a mejorar la calidad, el estado de conservación, la accesibilidad y la digitalización de los edificios, fomentando también la construcción de vivienda en alquiler social con estándares de la máxima calidad y eficiencia. Todo ello marcado por la Comisión Europea en su Comunicación de 14 de octubre de 2020.
Como objetivo específico busca conseguir unas tasas de rehabilitación energética que permitan adelantar el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, en el marco de la Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España (ERESEE). En este contexto, deben llevarse a cabo medidas en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia establecido por el Reglamento (UE) 2021/241 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 12 de febrero de 2021, que financiará el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España.
En España, cerca del 50 % de los edificios es anterior a 1980 alcanzando una cifra de unos 9,7 millones de viviendas de las cuales se estima que alrededor de 1 millón de viviendas están en estado deficiente. Otro dato a tener en cuenta es la calificación energética de los edificios existente ya que en su mayoría corresponden a los niveles E, F o G siendo estos poco eficientes y de alto consumo energético.
Aunque la actividad de rehabilitación en España ha experimentado un alto crecimiento, el ritmo sigue siendo significativamente inferior al de países de nuestro entorno, e insuficiente para cumplir con los objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que plantea la rehabilitación de un total de 1.200.000 viviendas en el conjunto del período, comenzando con 30.000 viviendas al año en 2021 y finalizando con 300.000 viviendas al año en 2030.
Como forma de lograr estos objetivos, se establece la aplicación de diferentes instrumentos que conforman un marco de apoyo a la actividad de rehabilitación, de manera que los programas de ayuda se complementen con medidas de mejora del acceso a la financiación para acometer las actuaciones y la aplicación de medidas de fiscalidad favorable, que favorezcan la toma de decisiones y permitan alcanzar las metas establecidas de renovación del parque edificatorio residencial.
En este contexto, el Real Decreto 853/2021 del 5 de octubre articula y regula los dos programas de ayudas incluidos en el Plan: el “Programa de rehabilitación para la recuperación económica y social en entornos residenciales” y el “Programa de construcción de viviendas en alquiler social en edificios energéticamente eficientes”. En nuestro caso, las actuaciones de rehabilitación de corresponderán al “Programa de rehabilitación para la recuperación económica y social en entornos residenciales” siendo posible realizar Actuaciones de rehabilitación en viviendas y en edificios.