La entrada en vigor del nuevo Certificado de Eficiencia Energética el pasado 1 de junio motivó la celebración, el pasado 29 de mayo, de una jornada especial, convocada por el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Tarragona, el Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Tarragona, y el Colegio de Administradores de Fincas de Tarragona, que reunió a más de 250 asistentes.
La Sala Eutyches del Palacio de Congresos de Tarragona acogió este acto donde una docena de ponentes, representantes de los tres colegios, de la Administración autonómica, empresas privadas y universidades, analizaron la puesta en funcionamiento del nuevo Decreto que marca la creación del Certificado de Eficiencia Energética. Entre los asistentes estaba el Secretario de Vivienda y Mejora Urbana, y Presidente de la Agencia Catalana de la Vivienda de la Generalidad de Cataluña, Carles Sala; el Teniente de Alcalde de Trabajo, Activación Económica y Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Tarragona, Javier Villamayor, o el Jefe de Unidad de Eficiencia Energética del Instituto Catalán de la Energía, Luis Morer.
Todos ellos, hasta una docena de ponentes, hablaron a los asistentes de las herramientas y utilidades para realizar la certificación, las medidas para reducir las emisiones de CO2, el análisis para saber cómo afectará la obligatoriedad de disponer de la etiqueta energética a toda oferta, promoción y publicidad dirigida a la venta o arrendamiento de una vivienda o local, o las fórmulas para conseguir una rehabilitación eficiente para una ciudad sostenible. También se pusieron sobre mesa otros temas como la oportunidad que supone para los técnicos especialistas en edificación, y las nuevas perspectivas, participar en el proceso de calificación energética.
Mesa redonda
La jornada se cerró con una mesa redonda con las preguntas de los asistentes y evidenciando que ahora hay acercar la realidad del nuevo Decreto y la certificación a la sociedad con la máxima proximidad. Cabe recordar que la obligatoriedad de disponer del certificado tiene incorporadas diferentes premisas, tanto para propietarios como para inquilinos de los inmuebles, como la posibilidad de acogerse a las ayudas por parte de la Generalitat pero también con la advertencia de que pueden haber sanciones en caso de que no se disponga de esta certificación.
La etiqueta de eficiencia es otro paso más hacia una mejor información de los usuarios a la hora de acceder a la vivienda. Una medida complementaria a otra relativamente reciente, la implantación de la inspección técnica de los edificios, en funcionamiento desde finales de 2010, y con la que inquilinos o compradores podrán conocer el estado general del edificio y las deficiencias que puedan existir.
La etiqueta será similar a la que encontramos actualmente en los electrodomésticos, y clasificará la vivienda en función de su gasto en energía. La clasificación irá de la letra G, que corresponde a una vivienda con un gasto muy elevado, hasta la letra A, el más eficiente.