El tema tratado suscitó un gran interés entre las cerca de 150 personas que abarrotaban el salón de actos del Colegio. Durante su intervención, Galdón les explicó en qué consiste y cuáles son los beneficios que aporta este Sistema de Acreditación, tanto a los profesionales como a los clientes y usuarios de sus servicios, y a las empresas o a la Administración que contraten a un ingeniero.
La implantación de este novedoso sistema de acreditación está motivada por la situación actual en la que las empresas, los clientes y la sociedad, en general, exigen cada vez más profesionales altamente cualificados y comprometidos en el ejercicio de su profesión, es decir, que no sean únicamente portadores de un título académico, sino que a lo largo de su vida profesional hayan sido capaces de adaptase a los cambios y las innovaciones tecnológicas y de gestión. Entre los beneficios que aporta, en este sentido, dicha acreditación, destaca el hecho de que podrá ser utilizado por la Administración y las empresas a la hora de contratar a un ingeniero, y servirá de guía a la sociedad cuando se disponga a elegir el profesional más adecuado para la realización de un determinado trabajo o proyecto de ingeniería. El desarrollo de este modelo está basado en tres principios fundamentales: empleabilidad, movilidad y competitividad de los ingenieros.
Facilitar la movilidad en Europa
Lograr un reconocimiento de la trayectoria profesional, y fijar unos objetivos para la misma, sumados a una mayor visibilidad profesional, facilitar su movilidad por Europa o tener acceso a una bolsa de empleo de élite son, además, algunos de los beneficios directos que podrán conseguir los colegiados que obtengan la acreditación de ingenieros DPC.
Cuatro niveles de acreditación
El Sistema de Acreditación DPC de Ingenieros implanta un procedimiento de acreditación del Desarrollo Profesional Continuo (DPC), que documentalmente certifica la competencia profesional, compuesta por formación y experiencia adquirida a lo largo de la vida del Ingeniero. La acreditación no es un título más, sino una fuente de servicios y ventajas para los colegiados, las empresas, la Administración y la sociedad en general. Se trata, en su conjunto, de un título profesional en el que se reconocen las competencias profesionales.
En función de la experiencia y la formación del Ingeniero Técnico Industrial, el nuevo sistema de Acreditación se divide en cuatro niveles: Junior, Senior, Advance y Expertise.
La entrada al sistema de acreditación está abierta a todos los colegiados que hayan mantenido un proceso de desarrollo profesional continuo, así como el compromiso de continuar en dicho proceso, mediante la realización de cursos, conferencias, seminarios, etc.
El sistema de acreditación se gestiona desde el COGITI con la intervención y participación de los Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Industriales. Asimismo, el sistema se basa en herramientas informáticas que, entre otras funciones, permiten la creación de una base de datos de ingenieros acreditados que optimice al máximo los beneficios que aporta la acreditación.