El acto, organizado por la Fundación Técnica Industrial, vinculada a su vez al Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI), no podía dejar pasar la oportunidad de hablar sobre industria, y para ello organizó una mesa redonda, moderada por Mónica Ramírez, directora de la revista Técnica Industrial, que contó con cuatro destacados ponentes: : María José Muñoz Martínez, directora general de Industria y de la Pyme del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo; José Miguel Guerrero Sedano, presidente CONFEMETAL (Confederación Española de Organizaciones del Metal) y vicepresidente de CEPYME (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa); Salvador Marín Hernández, presidente de la European Federation of Accountants and Auditors for SMEs (Federación Europea de Contables y Auditores para Pequeñas y Medianas Empresas -EFAA-), y José Antonio Galdón Ruiz, Presidente de la Fundación Técnica Industrial y del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI).
Entre las principales conclusiones de la mesa redonda, destacan la necesidad de ser menos dependientes de terceros países en determinados recursos y productos, priorizar el sector industrial en todos sus términos, recuperar el anteproyecto de la Ley de Industria, desarrollar la industria para la descarbonización, y ayudar a las pymes del sector, que son las que menos capacidad tienen para acceder a las nuevas inversiones, tan necesarias para poder ser competitivas.
En la mesa redonda se puso de manifiesto que la producción industrial española se contrajo en julio pasado un 1,8% con respecto al mismo mes de 2022, tres décimas más que en junio (1,5%), pero lastrada todavía por la caída del sector energético. El índice de producción industrial (IPI), que publica periódicamente el Instituto Nacional de Estadística (INE), acumula así cuatro meses consecutivos sin avances y registra su mayor descenso desde abril, cuando se desplomó un 4,2%.
Esta situación quedó reflejada también en el informe “Una perspectiva económica de la situación de la industria en España: actualización 2022”, incluido en el último Barómetro Industrial del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI), que prepara ya su séptima edición, y en el que se cuenta, asimismo, con la inestimable colaboración del Consejo General de Economistas. Los ponentes opinaron sobre la situación de la industria en España y realizaron una serie de propuestas, cada uno desde su punto de vista, que se podrían llevar a cabo para mejorar la situación. También se habló sobre los fondos europeos Next Generation de la Unión Europea, y de los principales retos a los que se enfrentan las empresas en materia de transición energética.
María José Muñoz Martínez, directora general de Industria y de la Pyme, apuntó varios motivos por los que se ha producido la citada contracción en la producción industrial española, como el incremento de los precios a raíz de la guerra de Ucrania, que ha tenido un gran efecto en la subida de los precios industriales y energéticos, especialmente en los precios del gas y de las materias primas, aunque este efecto ha sido menor en España que en otros países más dependientes, como Alemania, en sus relaciones comerciales con Rusia. “Sin embargo, este índice que ha crecido tanto en los últimos meses, se está moderando ya, y ha sido consecuencia de las dificultades que se están produciendo en las cadenas de suministro, en el desabastecimiento de materias primas, en los consumos intermedios, y en los bienes de equipo, que está ralentizando un poco y lastrando la producción industrial”, señaló.
Por su parte, José Miguel Guerrero, presidente de CONFEMETAL, se refirió también a la crisis de las materias primas como una de las principales causas de este retroceso. “El sector industrial ha sido uno de los más afectados, junto a muchos otros, y estamos todavía muy lejos de alcanzar el objetivo de que la industria llegue al 20% del PIB. Por ello, tenemos que cambiar la cultura sobre el sector industrial, hay que creer en la industria, en que de verdad merece la pena, y es necesario que se faciliten la cosas; no es recomendable que se vayan poniendo trabas, como está sucediendo en muchos sitios”, afirmó.
Asimismo, exigió que, a nivel político, “se tome conciencia, ya que el Ministerio de Industria tiene poco presupuesto y está subordinado a otros ministerios”. Sobre la Ley de Industria, a la que calificó como “fallida”, expresó que “no hubo voluntad política de sacarla adelante, así como el pacto por la industria. La industria tiene una doble transición y hay que estar preparados para ello. Tiene el reto por delante de competir con otras áreas, por lo que hay que adecuar la normativa para poder tener espacio para competir”, y exigió uniformidad de criterios a la hora de crear industrias, pues “es el sector del futro y el que genera bienestar”.
A este respecto, la directora general de Industria, María José Muñoz, respondió que se han realizado grandes avances, y coincidió en que “es el momento de priorizar la industria”. En referencia a la Ley de Industria, recordó que quedó pendiente de su tramitación parlamentaria, “porque no teníamos parlamento en ese momento, pero vamos a recuperarla en cuanto se constituya el Gobierno”. Además, destacó que es necesario descarbonizar los productos industriales y desarrollar la industria para la descarbonización, con los recursos humanos, económicos y regulatorios que sean precisos.
Salvador Marín, presidente de la Federación Europea de Contables y Auditores para Pequeñas y Medianas Empresas -EFAA-, señaló que las estadísticas y los datos indican año tras año que el peso de la industria en el PIB es bajo. “Aunque es cierto que el índice de volatilidad se ha ido arreglando, el índice sobre las materias primas, todavía está lejos del objetivo. Queda mucho trabajo por delante, y los índices adelantados no son buenos, en relación a la industria”, señaló.
José Antonio Galdón, presidente de COGITI y de la Fundación Técnica Industrial, destacó que una de las cosas “más importantes es que vengamos a hablar de industria, y ponerla en el foco, ya que parece que siempre estamos en un segundo plano”. En este sentido, recordó que la profesión de ingeniero de la rama industrial nació en torno a 1850, ya que se necesitaban profesionales para poner en marcha el tejido industrial que había surgido en ese momento de la historia. “Desde entonces, hemos cambiado mucho, y la industria ha ido evolucionando. Vemos con cierta preocupación que, lejos de alcanzar los objetivos marcados, vamos detectando que no existe una apuesta clara por la industria, y somos un país para ser una gran potencia industrial. Tenemos grandes retos por delante, que no se pueden dejar escapar. También podemos pensar que los datos obedecen a un motivo coyuntural. En los momentos críticos que pasamos después de la pandemia, fue cuando nos dimos cuenta de que necesitamos al sector industrial y a los sectores estratégicos, y por ello esperamos que el Ministerio apueste por ellos”.
También hizo alusión a las exigencias que se deberían tener en cuenta en relación a los productos procedentes de otros países. “En muchos sectores se está trabajando con mucha fuerza, pero luego tiramos de los productos que vienen del exterior. Nos estamos modernizando y producimos lo que requiere este sector. Sin embargo, se exige un rigor europeo y luego no se es tan exigente con otros países”, subrayó.
Salvador Marín manifestó que “al haber recursos escasos, hay que ver en qué se es competitivo y crear ahí la base industrial. La ruptura de la cadena de valor es una oportunidad para la industria, junto con el tema de sostenibilidad en Europa. Es el momento de que Europa lo tome en consideración y busque asignar recursos hacia la actividad en la que se es más competitivo”.
Para la directora general, María José Muñoz, se ha mejorado un poco el peso de la industria en el PIB español. “Yo creo que, en efecto, si queremos cambiar el panorama industrial, estamos en un 15,9 % del producto interior bruto (PIB) y queremos llegar al 20 %, nos lo tenemos que creer, en España y en la Unión Europea”, indicó. “A raíz del Covid y la guerra de Ucrania, se ha producido un avance importante. En Europa ahora mismo se está tratando la ley de materias primas críticas, y tenemos que hacer una política de apuesta de Europa, al margen de los fondos europeos. Toda la regulación y enfoque afecta. A nivel nacional, hemos incorporado la economía estratégica abierta, para ser menos dependientes de terceros países, pero abiertos al comercio”, añadió.
Asimismo, señaló que se ha avanzado mucho en digitalización y sostenibilidad, que es la doble transición que iba a ser el vector de crecimiento futuro para todas las empresas, industriales y no industriales.
En lo concerniente a este tema, José Antonio Galdón, presidente de COGITI, indicó que “nuestra gran empresa es altamente competitiva y el problema está en la pequeña y mediana empresa, que es la que está teniendo más dificultades para dar ese salto de competitividad. En el barómetro industrial del COGITI se puso de manifiesto que eran las que menos posibilidades tenían para acceder a esos fondos europeos y a la inversión. Si quieren ser competitivas, tienen que seguir reinvirtiendo para seguir mejorando. La pyme industrial tiene que interiorizar el lema de una industria, un ingeniero. Es una época difícil para las empresas, por los altos tipos de interés y la elevada inflación, que impide seguir esas líneas de inversión, que se seguía hasta la fecha”. Además, señaló que “una solución importante son los fondos en sectores estratégicos que tienen que tirar de la economía. Se tiene que confiar en el empresario y en las personas que arriesgan su patrimonio. Hay que facilitar el acceso a los fondos; estamos en esa situación”.
En relación a los fondos europeos, José Miguel Guerrero, presidente de CONFEMETAL, destacó que “la utilización de los fondos es muy baja, y supone un gran reto. Todavía estamos a tiempo de repensar un poco la fórmula. Cuando se legisla hay que pensar en pequeño, y en ese tejido productivo que no puede asumir todas las normativas que hay ahora mismo. El legislador tiene que pensar en pequeño, ya que, para acceder a los fondos, tanta normativa es muy complicada para las pequeñas empresas”. A lo que Salvador Marín añadió que “no hay que olvidar que los fondos hay que justificarlos, y la sensación es que no terminan de llegar”.
Otra de las cuestiones planteadas en la mesa redonda fue la transición energética y los retos a los que se enfrentan las empresas en este sentido. José Antonio Galdón recordó que los profesionales de la Ingeniería Técnica Industrial visaron el año pasado más del 80% de los proyectos realizados en el ámbito industrial, a nivel nacional, y aportó el dato de que estos ingenieros han visado en los Colegios que forman parte del COGITI más de 70.000 proyectos en el sector de la energía, en 2022, lo que supone un 44% de proyectos visados más que en 2019 (el año previo a la pandemia). En el sector de las energías renovables, se visaron 25.000 proyectos en 2022, un 288% más que en 2019.
En referencia a este ámbito de la energía, señaló que “hay un sector muy importante, que a su vez se traslada al resto de industrias y de la economía, porque están haciendo esa transición energética, y que luego, sin embargo, no se ve reflejado dentro del manufacturero. Al final, no tenemos esa propia autodemanda interna, a pesar de que estamos protagonizando esa transición y realizando mucha inversión, que podría, además, producirse aquí, y en cambio, lo compramos fuera, porque resulta más barato. Si fuésemos capaces de satisfacer toda la demanda interna, lo máximo posible, con la producción nacional, esto tendría una retroalimentación del propio sector industrial”.
“Hay un celo de proteccionismo, que estamos teniendo en la Unión Europea, al ser muy autoexigentes con nuestras industrias, nuestro tejido productivo, pero también hay que hacer algo de puertas para fuera. Hay que aplicar un modelo de protección que necesita la industria española, ya que luego, fuera, no son tan exigentes. Esto sucede también en la industria automovilística, siendo España líder en producción automovilística. Hay que poner este tema encima de la mesa y ser conscientes de lo que está sucediendo”, añadió.
José Miguel Guerrero, presidente de CONFEMETAL, refrendó estas palabras y manifestó su preocupación por otro tema importante relacionado con la formación y la orientación a los jóvenes, para hacer crecer a las empresas y mantener su competitividad. “Hay que empresas que deciden no crecer más, simplemente porque no encuentran personal”, señaló. A lo que añadió que hay que hacerles entender que su empleabilidad puede mejorar a base de una buena formación.
Al finalizar la mesa redonda, los ponentes respondieron a las preguntas que realizaron algunas de las personas que asistieron al acto como invitados. Esta mesa de debate formaba parte del acto organizado por la Fundación Técnica Industrial para llevar a cabo la entrega del II Premio a la Innovación Tecnológica, Empresarial y Sostenibilidad, y la celebración del 70 aniversario de la revista Técnica Industrial. Pueden leer la noticia completa de dicho acto y ver la galería de imágenes aquí.
Noticia publicada en Investing.com