Como se citaba en el diario «La Verdad», el objetivo ha sido dotar de sombras una superficie de mil metros cuadrados de la explanada de la basílica-santuario de Caravaca, que hará posible realizar las celebraciones jubilares en los meses en los que el calor aprieta. Se consigue así, en la explanada del castillo, una zona de sombraje. Como se describe en el diario, el acto celebrado en la Sala de Cabildos contó con la presencia del alcalde, José Moreno; la hermana mayor de la Cofradía de la Vera Cruz, Elisa Giménez-Girón, y el decano del colegio, César Nicolás.
La idea ganadora fue presentada por los ingenieros Juan José y Juan David López, del estudio Opigrum, que han diseñado una estructura totalmente desmontable y retráctil, proyectada en madera laminada y fibra vegetal, que se sustenta en una estructura metálica enterrada en la superficie de la explanada, con el objetivo principal de integrar el sombraje en el conjunto. Tendrá un aforo de más de mil personas sentadas, con pasillos de evacuación.
La altura de la estructura será de tres metros y medio en la parte más baja, junto a la muralla; y de cinco metros en la parte más alta, cerca de la escalinata de acceso a la basílica de la Vera Cruz.
Como se destaca en la crónica del diario, el concurso tenía unas bases fundamentadas en estrictos criterios técnicos, ya que la basílica goza de una especial protección, al ser un Bien de Interés Cultural. Los cinco proyectos presentados se remitieron a la Dirección General de Bienes Culturales para su preceptivo informe y resolución, que elaboró los informes y señaló una serie de reparos que se subsanarán en el proyecto final, en el que ya se trabaja para que puedan iniciarse las obras en las próximas semanas.
Aunque no se han adelantado cifras, el presupuesto superará los 100.000 euros. Este proyecto es una de las prioridades más importantes para llevar a cabo de forma inmediata dar una solución técnica viable para hacer posible las celebraciones jubilares en la explanada. Las altas temperaturas de las últimas semanas han obligado a realizarlas en el interior del templo, que se queda pequeño.