En esta ocasión, además, se hizo un reconocimiento especial a José Augusto Díaz Gutiérrez, por parte de la Mutualidad de los Ingenieros Técnicos Industriales (Mupiti), por su trayectoria en la profesión y por sus 65 años de colegiación.
El Colegio también otorga todos los años una distinción a los colegiados que, de alguna forma, han destacado especialmente, como es el caso de María Olvido Martín Graciani, por sus méritos, sus actividades, su esfuerzo y dedicación, desde que terminó como número 1 de su promoción en la rama de Mecánica e ingresó en el Colegio. Trabajo y logros que han merecido el nombramiento de Colegiada de Honor, por parte de la Junta de Gobierno, y a quien el decano del Colegio, José Zayas, hizo entrega de la distinción del Lazo de Oro de la Institución.
Por su parte, el mayor galardón que se otorga en este acto, por su significación más allá de la profesión y en reconocimiento a una personalidad o institución de relevancia en la ciudad de Málaga, por su colaboración y apoyo al Colegio y a la Ingeniería Industrial, es el Péndulo de Oro. Este año la distinción ha recaído en el Instituto de Enseñanza Secundaría La Rosaleda, cuna de los Ingenieros y primer centro en el que se formaban sus alumnos para el desarrollo de esta profesión, y que, en este curso, está de celebración al cumplir su 75 aniversario. El Premio fue recogido por Elena Llera, vicedirectora del Centro, y Jesús Martínez, en nombre de José David Triguero, director del Instituto.
Para terminar, el decano de COPITI Málaga, José B. Zayas López, dedicó unas palabras a todos los homenajeados y galardonados, y agradeció a los patrocinadores y colaboradores su participación, “ya que de otra manera no sería posible este acto”, destacó. Y, a los asistentes, por su presencia, sin dejar de incidir en la importancia de este Día de la Profesión para el colegio y sus colegiados; como momento de reconocimiento, reencuentro y convivencia. Por lo que no se puede quedar en un acto meramente protocolario y, como viene siendo tradicional, se buscan también los instantes de compartir experiencias y recuerdos, de sentar las bases más «humanas» que conforman y dan sustento a la realidad del Colegio. Por ello, este año el evento fue amenizado por el guitarrista Pedro Guerra y la cantaora Rocío «La Boterita», terminando su actuación, como también es ya tradición, con el Himno de Andalucía. Los invitados disfrutaron posteriormente del ágape facilitado por el catering de la propia Escuela de Ingenierías Industriales.
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