En ellas ya están en marcha las nuevas titulaciones (desde el curso 2008-2009) de cuatro años y, si bien las carreras son más cortas, y supuestamente mejor enfocadas al mercado laboral, el nivel de exigencia por parte de los profesores también parece haberse reducido, según un sondeo realizado entre universitarios por el suplemento “Campus” del diario El Mundo.
El primer balance de las universidades que adelantaron la implantación de los Grados apunta a que se suspende a menos alumnos gracias a una relación más cercana con los profesores. Sin embargo, los alumnos consultados reconocen haber aprobado sin apenas esforzarse y parecen más preocupados por aspectos secundarios. Gran parte de ellos manifiesta que “los exámenes son más fáciles de lo que esperaban”.
Por su parte, José María Álvarez Monzonillo, vicerrector de Armonización y Convergencia Europea de la Universidad Rey Juan Carlos, indica que “estimamos que la tasa de éxito se ha incrementado en torno al 15 % gracias al sistema de evaluación continua que permite a los alumnos conocer las exigencias de los profesores, y a los profesores captar las demandas de los alumnos”. A su juicio, “la práctica docente también ha mejorado pues las asignaturas se imparten en un nuevo sistema más dinámico y atractivo, con seminarios, trabajos en equipo, créditos prácticos, etc”.