El objetivo de este seminario web era proporcionar una visión holística y estratégica del mercado industrial, desde la perspectiva más técnica (automatización de los procesos de fabricación, relocalización de fábricas, factores de competitividad, etc.) hasta la más humana (reestructuración organizacional, liderazgo y talento que se busca en este entorno de incertidumbre y complejidad).
¿Cuál es la situación actual de los diferentes sectores industriales? ¿Qué impacto ha provocado el Covid-19? ¿Cómo evolucionará el mercado tras la desescalada? ¿Se ha producido un cambio transformacional en la estructura de talento y prácticas de las organizaciones? Estas fueron algunas de las preguntas que planteó el moderador a los expertos que participaron en el webinar.
Además, se ofrecieron datos interesantes, extraídos de una encuesta realizada por Robert Walters a 500 empresas sobre la situación actual. A la pregunta “¿Qué medidas han puesto en marcha en sus organizaciones en respuesta al COVID-19? “, las empresas respondieron lo siguiente:
El 13% no ha realizado ninguna medida; el 6% ha contratado más empleados para ciertas áreas; el 40% ha cogido vacaciones voluntarias; el 26% ha realizado reducciones salariales voluntarias; el 13% ha llevado a cabo reducciones de jornadas voluntarias; el 13% ha realizado contrataciones temporales; el 53% ha aplicado medidas en colaboración con el Gobierno; el 20% ha llevado a cabo una reestructuración o reducción de la plantilla, y el 60% ha realizado una limitación del personal.
Durante su intervención, José Antonio Galdón, presidente del COGITI, agradeció la oportunidad que se brindaba para que el debate sobre la industria se pusiera sobre la mesa, y destacó que el 65% de los colegiados trabaja en industrias de todos los sectores.
“El impacto que está teniendo la crisis del COVID-19 está siendo desigual tanto por sectores como por regiones y diferentes áreas de actividad. Todo esto está basado en lo que es la esencia de la industria, en general, que es la oferta y la demanda. Estamos viendo que sectores con mucha demanda se están adaptando muy bien, lo que indica que es fácil adaptarse para producir más. Para eso sí estamos preparados y es una buena noticia. También el que haya sectores industriales que estén transformando su actividad. Por ejemplo, en el mundo de la automoción, produciendo respiradores; dentro del ámbito textil, elaborando batas, guantes…, o las destilerías produciendo geles hidroalcohólicos. Hay ganas y motivación para poder seguir manteniendo vivo el sector industrial”, señaló.
En su opinión, con la situación vivida por la crisis generada por la COVID-19, “hay que sacar una actitud y un mensaje positivos, ya que cuando hemos tenido la necesidad, nos hemos adaptado de forma correcta, y ha sido un aprendizaje casi instantáneo”. A lo que añadió que, en las circunstancias actuales, “hace falta un líder que tenga mucha visión de futuro y que transmita confianza y decisión, hacia dónde quiere llegar, y que eso se lo transmita a su equipo”.
El presidente del COGITI habló también del peso fundamental que el sector de la industria tiene en la economía de un país. “Nosotros somos defensores del sector industrial por cuanto representa para una economía. Es un sector que genera empleo y de calidad, y arrastra de la innovación y la tecnología, que es lo que necesita un país; y, sobre todo, es un sector que genera esta paz social y crecimiento que toda sociedad requiere”, indicó.
Asimismo, recordó que desde el COGITI llevan mucho tiempo trabajando con el Ministerio de Industria en esta línea, para fomentar el tejido industrial, y precisamente se ha solicitado una reunión con la ministra, Reyes Maroto, que está pendiente de fijar una fecha, para trasladarle, junto al resto de decanos de los Colegios, sus principales propuestas y reivindicaciones en este sentido.
“Vamos a pivotar sobre tres factores esenciales. El primero va a ser un Plan de emprendimiento industrial, que esté basado en sectores estratégicos. En esta crisis, generada por la COVID-19, nos hemos visto desabastecidos de determinados productos y bienes que necesitábamos, como país, y no podíamos encontrarlos. Eso tiene que estar dentro de una planificación y tenemos que estar preparados para cualquier situación que pueda surgir de este tipo”, explicó.
En segundo lugar, el COGITI solicita un Plan de transformación industrial, “que elimine todas las cargas burocráticas que hay hoy en día para poder realizar cualquier proceso transformador, y que sea lo más fácil posible para que las industrias puedan realmente transformar su producción hacia otro tipo de productos”.
En tercer lugar, y más importante si cabe, un Plan de Innovación y modernización de las pymes industriales, que pasaría de forma inexorable por facilitar la incorporación de ingenieros en las pequeñas y medianas industrias. “España es un ejemplo de competitividad en la gran empresa, pero el 99,5% de las empresas industriales son pymes, y tenemos una falta de competitividad en este aspecto. La pequeña empresa tiene muy difícil el acceso a la innovación y tecnología que les hace falta para crecer. Por ello, lo que siempre estamos reivindicando es que esos perfiles de ingenieros, que ya llevan incorporados en su ADN la tecnología, la innovación, el desarrollo, el producto…, se incorporen a esa pequeña y mediana industria de nuestro país”.
En su opinión, España tiene todos los ingredientes para ser una gran potencia mundial a nivel industrial. “Tenemos el capital humano, las infraestructuras, la cultura empresarial… pero quizás haya una falta de confianza en nosotros mismos. Y también hace falta que los políticos se pongan de acuerdo y den estabilidad a determinadas políticas, tanto en el ámbito industrial como en el energético, pues lo contrario genera desconfianza en los propios inversores. Es el momento de aprovechar las nuevas oportunidades que nos van a llevar a un cambio en el modelo del consumo de la energía”, expresó.
Para concluir, quiso lanzar un mensaje de optimismo y esperanza: “Es un reto para los ingenieros salir de esta complicada situación, y estoy convencido de que en estas circunstancias somos capaces de sacar lo mejor de nosotros mismos”. Al referirse a la gran labor que realizan los ingenieros, destacó que “es necesario que asuman la responsabilidad de ayudarnos a todos para sacar el país adelante. Tenemos que confiar los unos en los otros, e intentar hacer todos bien nuestro trabajo para salir cuanto antes de esta situación”.
En cuanto al resto de intervenciones, Juan Virgilio, CEO de la AEE (Asociación Empresarial Eólica), señaló que “tenemos entre nuestros valores el de buscar un mundo mejor para la sostenibilidad y ganar en competitividad y fortaleza. Estamos preparados y en algunos casos hemos sido pioneros. Se ha demostrado que las empresas, especialmente en la industria manufacturera, pueden garantizar la estabilidad en épocas de grandes cambios”, y afirmó que las fábricas de su sector han seguido produciendo, salvo en el periodo en que se decretó el permiso obligatorio retribuido y recuperable.
Por su parte, Carlos Ballesteros, director general de ANESE (Asociación Nacional de Empresas de Servicios Energéticos), indicó que la situación de crisis generada por la COVID-19 ha afectado de forma negativa al 95% de la actividad de negocio de las empresas representadas en la asociación, y tan solo al 5% de manera positiva. Algunas empresas incluso han tenido que reinventarse.
Alfredo Berges, director general de ANFALUM (Asociación Española de Fabricantes de Iluminación), sobre el sector al que representa, manifestó que “el cambio del producto al servicio va a ser lo que presida el futuro de nuestra actuación”. Además, recordó que más de mil flexos para camas fueron donados por empresas de la asociación para el hospital provisional que se instaló en Ifema, en Madrid, durante la pandemia del coronavirus.
Andrés Jiménez de la Cuesta, Senior Manager en la División de Industria y Supply Chain de Robert Walters, señaló que “hay sectores que lo han pasado menos mal que otros, ya que han sabido adaptarse a la nueva situación, y sobre todo porque habían hecho los deberes en el ámbito digital. Lo bueno es que tenemos los mejores ingenieros del mundo y capacidad para adaptarnos, levantarnos y volver a andar”.
Otra pregunta de la encuesta que Robert Walters realizó a las empresas era la siguiente: ¿Con qué dificultades se encontró tu organización a la hora de establecer el teletrabajo tras el COVID-19? El 33% respondió que la metodología de trabajo no se podía realizar de forma remota; el 50% indicó que la organización tenía un método de trabajo tradicional, pero logró adaptarse rápidamente; para el 15%, las políticas de recursos humanos no estaban actualizadas para apoyar el trabajo a distancia, y 60% respondió, con respecto al hadware tecnológico, que no todos los empleados tenían portátiles o el material necesario para trabajar desde casa.
En este sentido, Alfredo Berges, director general de ANFALUM, señaló que el 80% de los trabajadores de las empresas que forman parte de la asociación están en un ERTE. “El riesgo cero no existe, aunque nos empeñemos. Hay que tener un criterio de responsabilidad entre la dirección y los responsables de los trabajadores (sindicatos o representación laboral), y esa responsabilidad hay que seguir manteniéndola en el futuro. Hay que generar demanda, teniendo mercado, y tiene que haber solidaridad en toda la cadena de valor”.
Carlos Ballesteros, director general de ANESE, destacó que en su sector más del 50% de las empresas han aplicado un ERTE, y que hay un 34% de teletrabajo, según un sondeo que han realizado.
Por último, Juan Virgilio, CEO de la AEE, manifestó que “España no tenía cultura del teletrabajo. Hay ámbitos donde esto no es posible, y lo que hay que primar son las medidas de control sanitario, y dar a las compañías la capacidad y la autonomía para que impongan las medidas necesarias; luego será necesario auditarlo”. Además, se llegó a la conclusión de que “no estamos en tiempos de liderazgo autoritario, sino transformacional y de valores, donde se haga equipo y el líder se remangue. También es muy importante saber comunicar bien los mensajes que se quieren transmitir”.
Pinche aquí para ver la sesión íntegra de este seminario web.
Pinche aquí para ver la versión corta, con las intervenciones del presidente del COGTI, José Antonio Galdón Ruiz, en el webinar.