Las Provincias. 30/03/2014.
Consolidar la salida de la recesión económica pasa necesariamente por reindustrializar España. Pero esta reindustrialización debe estar construida con rigor, de la mano de profesionales. Desde este axioma, el papel de los Ingenieros Técnicos Industriales se presume fundamental, ya que son ellos los garantes de que el tejido industrial cumpla con la seguridad y protección de personas e instalaciones. El tristemente famoso accidente del Madrid Arena es solo un ejemplo reciente de las graves consecuencias que puede acarrear el hecho de que unas instalaciones no estén supervisadas por auténticos profesionales.
En el camino por conseguir la ansiada recuperación económica se están cometiendo innumerables despropósitos que a menudo perjudican la creación de industrias sólidas, ya que en muchos casos los emprendedores se lanzan a ciegas y sin el respaldo profesional necesario. Cabe detenerse a valorar el coste adicional que puede representar que una inspección obligue a paralizar un proyecto y subsanar errores. Al contrario de lo que podría pensarse tiempo atrás, la inversión en seguridad y salud es altamente productiva. A su vez, los accidentes de trabajo constituyen un coste totalmente improductivo pues no sólo generan una catástrofe personal y familiar, sino también una falta de competitividad en las empresas y, en general, una pesada carga para toda la sociedad, que es la que soporta la disminución de sus factores productivos, así como fuertes gastos estériles traducidos en el alza de precios de los productos y en un menos nivel de vida del conjunto de la comunidad.
Emprender con rigor -y con la supervisión profesional-en ningún caso supone un atraso, como en ocasiones se quiere «vender», demonizando a los técnicos. Muy al contrario, comporta un ahorro económico que puede llegar a ser sustancial, más todavía si se tiene en cuenta que el mayor coste se desembolsa normalmente al inicio del negocio y no en la supervisión de éste.
Pocos discuten hoy que la industria es la base esencial para generar estabilidad económica y empleo. Es, de hecho, el sector con mayor índice exponencial de creación de empleo. Los números son tercos; por cada puesto de trabajo creado en este sector se generan otros tres inducidos. Además, la industria es también el principal soporte de la investigación, el desarrollo y la innovación. Sin industria no hay investigación, y sin innovación no hay industria competitiva. La mejor forma de abandonar la recesión económica, creando desarrollo y consolidando el crecimiento de forma duradera, es a través de la industria. Una industria moderna y adaptada a las necesidades actuales, que evite deslocalización y cierre.
Aun con todo, la tendencia que se aprecia es contraria a la deseada. La destrucción del tejido industrial es alarmante; en los últimos cinco años se han perdido más de 650.000 empleos directos en las industrias, que al mismo tiempo ha originado la pérdida de otros tantos miles de puestos de trabajo indirectos. Si valoramos la evolución de las últimas cuatro décadas, las cifras son desoladoras. La industria ha pasado de sentar casi el 40% del PIB nacional, a un 15,9%, habiendo perdido un peso del 24% respecto a la economía nacional. España ha pasado en este tiempo de ser la décima potencia industrial a ocupar una posición mucho más discreta. Actualmente, el sector industrial español se encuentra a la cola en índice de producción industrial, muy inferior a la media europea (18%), situándonos tan solo por delante de Grecia y Chipre.
Uno de los factores que afecta gravemente al sector industrial es la resolución de conflictos, ya que supone un elevado coste para las partes y, en muchas ocasiones, lastra los plazos en la ejecución de una obra o en la puesta en marcha de una empresa. Ante esta realidad, la mediación se presenta como la alternativa más plausible. Avalada por los Tribunales de Justicia e implantada desde hace años en países como EEUU, Reino Unido, Francia y Holanda, es un sistema muchísimo más económico y rápido que los procedimientos judiciales tradicionales y -lo más importante- consigue una solución satisfactoria para ambas partes, por lo que elimina definitivamente el conflicto y contribuye a una mejor convivencia y paz social.
Desde su creación hace apenas un año, la Institución de Mediación de Ingenieros cuenta ya con el primer grupo de Ingenieros Técnicos Industriales formados en Mediación en Valencia, lo que significa que muy pronto asistiremos a la resolución de conflictos civiles y mercantiles a través de la mediación. Ello permitirá reducir los costes del proceso y resolver los conflictos en menor tiempo, además de destacar la Justicia, evitando que estos conflictos lleguen a los tribunales. La Mediación supondrá entonces un apoyo palpable más en el camino del emprendimiento (…)
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