El presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI) y del Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos (INGITE), José Antonio Galdón Ruiz, pronunció una ponencia bajo el título “La implantación de la tarjeta de Euroingeniero. Nuevos grados blancos”, el pasado 21 de marzo, dentro del bloque sobre “Salidas profesionales”.
Durante su intervención, explicó los requisitos y pasos que hay que seguir para poder acceder a la tarjeta “Euroingeniero” (acreditación o título EUR ING), otorgado por FEANI (Federación Europea de Asociaciones Nacionales de Ingenieros), Engineers Europe, y diseñado como una garantía de competencia para los profesionales de la ingeniería. Además, la comparó con la Acreditación DPC Ingenieros, que se está llevando a cabo a través de Unión Profesional (y que es anterior al modelo EUR ING 2.0), de la que forma parte el COGITI. En ambos casos es obligatoria la experiencia y la formación para mantenerlas.
Galdón destacó la importancia, en cualquier caso, de poner en valor la experiencia y la formación a lo largo de la vida, que es incluso “más importante que la propia titulación”. El modelo en España está basado únicamente en las titulaciones académicas, y la experiencia profesional no se tiene lo suficientemente en cuenta, por lo que “hay que dar un salto, y tomar como referencia el modelo que está triunfando a nivel europeo y mundial”, señaló. Se trata de que no se tenga solo en consideración el reconocimiento de la titulación académica, sino también la experiencia y las competencias adquiridas, así como la formación continua. Todo ello en el contexto del MECES (Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superiores), que es el instrumento, internacionalmente reconocido, que permite la nivelación coherente de todas las cualificaciones de la educación superior para su clasificación, relación y comparación y que sirve, asimismo, para facilitar la movilidad de las personas en el Espacio Europeo de la Educación Superior y en el mercado laboral internacional, y dentro del marco establecido en nuestro país a la hora de acceder a las profesiones reguladas.
Posteriormente, ha participado también en una mesa redonda sobre “La ingeniería y su normativa educativa y profesional en España”, moderada por el decano del COIGT, Andrés Díez, en la que ha hecho referencia al informe “Análisis de los Estudios de Ingeniería en España” (https://www.ingite.es/analisis-estudios), presentado por el INGITE en fechas recientes, y en el que se recogen las estadísticas que ofrece el Ministerio de Universidades en relación a los matriculados y egresados en las titulaciones de Ingeniería. “Lo cierto es que los datos son alarmantes y estremecedores, y son para actuar ya, pues se necesitan ingenieros de todas las materias”, señaló Galdón.
Uno de los principales problemas es la pérdida de vocaciones en lo que se refiere a los estudios de Ingeniería. “En los últimos 20 años, han descendido casi un 40%, lo que comienza a vislumbrarse como un problema serio para el desarrollo de nuestra economía, representando en la actualidad un 12,72% respecto al total de matriculados y un 7,5% de los egresados”.
A ello hay que sumar otro escollo más, en cuanto al ejercicio de la profesión regulada de ingeniero técnico, y es que más de 200.000 titulados y estudiantes de Ingeniería no pueden ejercer como tal, ya que sus titulaciones no les habilitan para ello (son los denominados “Grados blancos” o “no habilitantes”, que no les permiten ejercer las profesiones reguladas de Ingeniería Técnica), lo cual les genera una gran frustración, una pérdida de oportunidades y nuevos sacrificios, algo que no ocurre con el resto de titulados europeos que vienen a España a trabajar.
Por todo ello, desde el INGITE se reclama una Ley de la Ingeniería, que ponga orden en esta situación, “ya que nadie sabe por dónde actuar”, concluyó.
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