La escasa presencia de mujeres en las carreras tecnológicas es endémica en España y la tendencia apenas varía. Esta situación contrasta con otros ámbitos académicos y profesionales como la sanidad o el derecho, donde las mujeres son una aplastante mayoría que crece día a día.
La explicación está en la percepción de muchas mujeres, que asocian la ingeniería y carreras técnicas a una mayor dificultad, a pesar de ser mejores estudiantes que los hombres. La Real Academia de Ingeniería Española ya ha comenzado a dar pasos para revertir esta situación a través del proyecto ‘Mujer e ingeniería’. En Valencia, el testigo lo ha recogido un grupo de cuatro decanas de colegios técnicos: Angélica Gómez (COGITI Valencia), Regina Monsalve (COITACV), Beatriz Veces (COIQCV) y Carolina Pascual (COITCV). Las tres primeras han mantenido una reunión con la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, para definir estrategias que reduzcan esta brecha entre hombres y mujeres.
“Estamos perfilando un proyecto en colaboración con los colegios profesionales para que ya en Educación Primaria se visibilice todo lo que puede hacer una mujer ingeniera, y también que las niñas tengan en la cabeza desde muy pequeñas que es una profesión que pueden elegir”, explica Oltra. Según ella, “existen estudios que revelan que a los seis años las niñas ya piensan que son menos capaces que sus compañeros masculinos. Por tanto, queremos trabajar desde los primeros ciclos de primaria para que las niñas sepan que son tan capaces como ellos”.
Angélica Gómez está al frente del COGITI Valencia y forma parte del grupo de cuatro decanas cuyo objetivo es “visibilizar nuestra profesión para conseguir que aumente el número de mujeres matriculadas en carreras tecnológicas”. Además de las visitas a colegios, Gómez y su grupo apuestan por “tener presencia en medios públicos como Àpunt en horario infantil no solo para que las niñas vean que son tan capaces como los niños, sino para que ellos también rompan los clichés que a día de hoy arrastra nuestra sociedad”. Clichés que alcanzan cotas tan esperpénticas como el episodio que vivió la decana del COITAVC, Regina Monsalve, el día que entró a trabajar en una bodega. “Uno de los responsables me dijo que era una mujer y que claro, una vez al mes iba a tener el periodo y que esos días no podría ir a trabajar. Cuando le pregunté por qué me contestó que si vas a la bodega con la regla, el vino se agria”.