El presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial (COGITI) y de la Unión de Asociaciones de Ingenieros Técnicos Industriales de España (UAITIE), Vicente Martínez, ha analizado la situación en la que podrían quedar las ingenierías en el caso de cumplirse las intenciones del Gobierno, recogidas en el borrador de la Ley de Servicios Profesionales.
Para Vicente Martínez, «es fundamental que se proceda, de una vez por todas, al cambio radical que precisa nuestra ingeniería para adecuarse a la nueva sociedad y a nuestro entorno socioeconómico, eliminando el exclusivismo y el clasismo entre los dos niveles de ingeniería (ciclos formativos), más propio de otras épocas. Las limitaciones laborales para los ingenieros del ciclo corto son absurdas y puramente administrativas, ya que no tienen en cuenta ni la formación adquirida con la experiencia ni la competencia del profesional. Por ello, es necesario refundar la ingeniería española, evolucionando hacia una ingeniería única, tomando como base una formación teórica y práctica generalista en los estudios de grado, y reservando la especialización a los estudios de postgrado y a la propia experiencia profesional». Estos argumentos se han defendido siempre desde el INITE (Instituto de Ingenieros Técnicos de España), que aglutina a más de 300.000 ingenieros técnicos.
De este modo, los ingenieros españoles podrán no sólo salvaguardar, sino también incrementar su competencia, con respecto a Europa. «España no puede permitirse ningún conflicto competencial entre los ingenieros de las diversas ramas y niveles tradicionales, y creemos que es adecuado establecer unas reglas que garanticen el principio de libertad profesional con idoneidad, tantas veces consagrado en la jurisprudencia del Tribunal Supremo, en lo que respecta a los conflictos que en ocasiones han surgido entre las diferentes ingenierías».
En este sentido, el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial, así como el INITE (organización de la que forma parte junto al resto de Consejos, Colegios y asociaciones de ingenieros técnicos de España), se ofrece a las diversas instituciones gubernamentales para «colaborar en el desarrollo de esa nueva ingeniería que precisa nuestro país, como ha venido haciendo desde el inicio del proceso de Bolonia (Espacio Europeo de Educación Superior).
«La Universidad sólo puede ser el primer paso en el desarrollo profesional del ingeniero, que ha de formarse a lo largo de su actividad profesional, y no se debería limitar de ningún modo este desarrollo posterior», señala el presidente del COGITI.