En junio de 2017, Ramón Entrena Cuesta recibió un emotivo homenaje, por parte de la institución, arropado por cerca de un centenar de invitados, como reconocimiento a toda su trayectoria profesional en defensa de la profesión de Ingeniero Técnico Industrial. Todo ellos quisieron demostrarle con este merecido reconocimiento su estima y consideración por la magnífica labor realizada a lo largo de todos estos años, en los que fue necesario superar muchos obstáculos y afrontar grandes retos.
Uno de los momentos más emotivos del acto fue la imposición de la Insignia de Oro y Brillantes de la institución al homenajeado, por parte del presidente del COGITI, José Antonio Galdón Ruiz, que le dedicó unas afectuosas palabras, al expresar que «sin él, la profesión no sería lo que es hoy». A lo que añadió que es una de las personas que, sin ser ingeniero, más quiere a la profesión, y por ello, la profesión también le quiere a él.
Biografía
Ramón Entrena Cuesta nació en Granada, en 1941, y estudió en los Escolapios, donde junto a sus hermanos, cursó estudios primarios y de Bachillerato, ya que su padre regentaba un ingenio para la fabricación de azúcar y miel de caña en un municipio cercano a la costa Tropical denominado La Melcochera.
Con posterioridad, la familia se trasladó a Madrid, donde obtuvo la Licenciatura en Derecho por la Universidad Complutense en 1963. Un año después ingresa por oposición en el Cuerpo Técnico de la Administración Civil del Estado, y ejerce como profesor de la Cátedra de Derecho Administrativo de dicha Universidad, concretamente en su Facultad de Ciencias Políticas.
En 1967 ingresa en el Cuerpo de Letrados de las Cortes Generales adscribiéndose a la Comisión Constitucional del Congreso, a la Comisión de Estatuto del Diputado y desde su creación a la Junta Electoral Central.
Abogado en ejercicio desde 1968, actuó como tal en numerosos recursos administrativos y contencioso-administrativos, así como en la emisión de numerosos informes y dictámenes, y desde 1971 fue el asesor jurídico del COGITI. Además, obtuvo diversas condecoraciones, entre las que destacan la Orden de S. Raimundo de Peñafort y la Orden del Mérito Civil. Asimismo, fue autor de numerosas publicaciones, entre las que destacan Comentarios a la Constitución y Comentarios a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. Casado y con cuatro hijos, fue gran aficionado al fútbol, llegando incluso a ser vicepresidente del Atlético de Madrid en la presidencia de Vicente Calderón.
Desde el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España y los Colegios de Ingenieros Técnicos Industriales queremos transmitir nuestro más sentido pésame a su familia y amigos. Descanse en paz D. Ramón.