El pasado lunes 9 de mayo, se celebró un acto en el Salón de Actos del Colegio, con motivo de la toma de posesión de sus respectivos cargos de los nuevos miembros de las Juntas de Gobierno del Colegio y Directiva de la Asociación.
Angélica Gómez presidirá la Junta con más mujeres de todos los Colegios de Ingenieros Técnicos Industriales de España (36,3%). La junta del COITIG también tiene un marcado carácter femenino: el 36,37% de sus miembros son mujeres, más que cualquier otro colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de España, destacan desde COITIG Valencia.
Colaboración con el Ayuntamiento de Valencia
Uno de los retos que afronta la nueva decana del COITIG es colaborar con el Ayuntamiento de Valencia, junto con otros colegios profesionales para «desatascar» el servicio de actividades, cuyos plazos de concesión de licencias son demasiado largos por al gran número de ellas que se solicita. «Nos hemos reunido recientemente con el alcalde de Valencia, Joan Ribó, con el concejal Galiana y con los jefes de diferentes secciones, y ya nos hemos emplazado para tener un nuevo encuentro en el que podamos ir concretando nuestra colaboración».
Los Ingenieros Técnicos Industriales son el colectivo que más licencias de actividad solicita, y por eso conocen a la perfección el procedimiento para concederlas. Además, la concesión de licencias es un indicador de la actividad económica, y en el caso del COITIG, sus datos coinciden con la curva de la crisis. Así, en 2011, uno de los años más duros de la crisis, se solicitaron en Valencia 634 licencias de actividad, mientras que 2015 se cerró con 1757, en una dinámica que mantiene su tendencia al alza.
Un mercado devaluado, víctima del intrusismo
Angélica Gómez ha alertado sobre la devaluación que está sufriendo el mercado en el ámbito de actuación de su profesión, que es debido a la confluencia de dos factores: la desaparición de la obligatoriedad del visado y los efectos de la depresión económica: «Los colegios profesiones acreditamos, mediantes el visado, que el profesional que elabora proyectos, informes y certificaciones está cualificado para hacerlo; pero ahora, al no ser obligatorio, sólo se exige una declaración responsable. Esta circunstancia facilita que cualquiera pueda firmar un proyecto y ejecutarlo, sin que se verifique si está cualificado para ello». La cifra de proyectos que el COITIG visa cada año ha caído de manera constante desde 2009, cuando se eximió de la obligatoriedad del visado: de los 53.600 de 2007 a los 14.900 de 2015.
Así, se dan casos de intrusismo, o incluso de suplantación de personalidad, protagonizados por personas afectadas por la crisis. «También hemos detectado casos en que el supuesto profesional no tiene ni un seguro de responsabilidad civil, algo que es obligatorio. Nuestra Comisión Deontológica está teniendo más trabajo que hace unos años porque nos llegan muchos casos denunciados por nuestros colegiados. ¿Cómo es posible que la Administración compruebe si el electricista que firma un boletín está dado de alta y no haga lo mismo con quien dirige el proyecto?»
Conectar a profesionales y empresas
En cuanto a su programa para el Colegio, Angélica pone el énfasis en actuar como intermediario entre profesionales y empresas. «El Colegio ha de saber conectar al colegiado con el tejido industrial, y para ello vamos a trabajar para conocer las necesidades de las empresas de nuestro sector y así poder ofrecer formación acorde a nuestros colegiados: queremos formar a los mejores profesionales. Además, pondremos al alcance de los colegiados el acceso a asociaciones como AVIA, CEV o EVAP, con quienes mantenemos convenio». Para poder afrontar grandes retos, Angélica se ha rodeado de un equipo de gobierno multidisciplinar y de gran valía.
Finalmente, Gómez ha recordado los ejes de su mandato para los próximos cuatro años: la defensa de la profesión, la formación continua, la gestión de recursos humanos, los servicios de calidad y una comunicación fluida con los colegiados. «En definitiva queremos conseguir un Colegio de todos y para todos, al que merezca la pena pertenecer y del que sentirse orgulloso», señala.