El Barómetro Industrial es un estudio sociológico en el que, a través de las respuestas ofrecidas por más de 3.500 Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la rama industrial de todos los ámbitos productivos y de toda la geografía española, se valora la situación actual del sector en España y su evolución –tanto a nivel nacional como regional–, así como una serie de temas de actualidad como la incidencia de la crisis generada por la Covid-19 en la economía de las empresas industriales, cómo está afectando el incremento del precio de la energía a la actividad industrial o la repercusión de los fondos Next Generation EU en el crecimiento del sector.
Por su parte, el informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España: actualización 2021, que se incluye en esta edición del Barómetro –al igual que en los dos años anteriores– ha sido elaborado por el Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas de España (CGE) utilizando la última serie de datos disponible, y en él se analiza la situación de la industria desde un punto de vista económico a la vez que hace una comparativa de la situación en las distintas comunidades autónomas.
En la presentación han participado representantes de ambas organizaciones. Por parte del COGITI, su presidente, José Antonio Galdón Ruiz, que además es el director de la Cátedra Internacional COGITI de Ingeniería y Política Industrial (UCAM), y la coordinadora del Barómetro, Mónica Ramírez; y por parte del CGE, su presidente, Valentín Pich, y el director del Servicio de Estudios CGE y coordinador del Informe, Salvador Marín. En el acto también ha participado César Nicolás, director Ejecutivo del Instituto Tecnológico de Murcia de la UCAM.
El presidente del COGITI, José Antonio Galdón, ha señalado que “el V Barómetro Industrial refleja la evidente mejoría de las condiciones globales del sector en relación al caótico año 2020, pero a su vez, pone de manifiesto la alta incertidumbre que existe en el sector y los numerosos problemas a los que ha de enfrentarse en el corto plazo sin que exista una estrategia clara para dinamizar este importantísimo sector productivo y estratégico”. Para Galdón, “el encarecimiento y desabastecimiento de materias primas, los altos costes energéticos, las numerosas inversiones a realizar, la dificultad de las pymes para el acceso a los fondos, y la propia situación de inestabilidad que estamos viviendo, están afectando de forma especial al tejido industrial, que sin duda está más necesitado de estímulos que nunca. Pero también hay muchas oportunidades y retos para el sector que no podemos dejar escapar y por las que hay que apostar decididamente, y es que debemos ser capaces de liderar las tecnologías y crear el entorno productivo, con las que realizar la transición energética y sostenible de nuestra economía, porque serán el eje del desarrollo de los próximos años”.
Por su parte, el presidente del CGE, Valentín Pich, ha afirmado que “este informe pone de manifiesto que, a día de hoy, la contribución de la industria española al PIB no solo no sigue sin alcanzar el objetivo marcado por la Comisión Europea, igual que sucedía en años anteriores, sino que retrocede, y más teniendo en cuenta que todavía persisten los efectos generados por la pandemia mundial de la COVID-19 y sus diferencias de gestión”. Según Pich, “en el análisis de la situación de la industria en España que hemos realizado, se indica que se muestran claramente los efectos de la COVID-19 en el sector; en nuestra opinión, su duración y efecto final dependerá mucho de las medidas adoptadas, teniendo en cuenta dentro de estas el uso que se haga de los fondos europeos destinados a ello, si se aprovechan o no para generar economías de escala con un efecto tractor que financie reformas estructurales y actuaciones pendientes necesarias para la modernización de la industria española, así como del resto de sectores productivos”.
PRINCIPALES CONCLUSIONES DEL V BARÓMETRO INDUSTRIAL
- Situación actual de la industria en España y medidas de la Administración para desarrollar el sector
Con respecto a la situación actual de la industria en España, la respuesta mayoritaria, corresponde a la escala intermedia, con un 49,29%, mientras que casi el 40% considera que es mala o muy mala (3,87% y 6,69% respectivamente), frente al 11 % que opina que es buena o muy buena (10,50% y 0,65% respectivamente). En general, estas respuestas son más positivas que en 2020, cuando tan solo el 5,36% de los encuestados marcó esta opción de buena o muy buena, el 42,84% se decantó por la intermedia, y el 51,8% restante optó por las respuestas de mala o muy mala (42,34% y 9,46% respectivamente).
En cuanto a la situación de la industria en sus respectivas regiones, el 41,26% la califica como mala o muy mala (30,02% y 11,24%, respectivamente), mientras que el 36,71% se decanta por el nivel intermedio, y el 22% restante considera que es buena o muy buena (20,15% y 1,88%, respectivamente). En 2020, las respuestas a este respecto también fueron más negativas: 54,22% la consideraban mala o muy mala (38,62% y 15,60% respectivamente), el 34,70% lo valoraba en un nivel intermedio, y tan solo el 11% pensaba que dicha situación era buena o muy buena (10,69% y 0,30%).
Por otra parte, un año más cabe destacar que existe un cierto descontento con las Administraciones nacional y regionales, en lo que respecta a las medidas tomadas para desarrollar y fomentar el sector industrial. Un 52% considera que los incentivos a la industria promovidos en su región son insuficientes, y alcanza el 57,74% de descontento cuando se traslada esta misma pregunta al ámbito nacional. Estos datos reflejan una desconfianza menor que en 2020, cuando se obtuvieron unos porcentajes del 67,15% y del 70,33% respectivamente.
El Barómetro Industrial 2021 refleja también la valoración que realizan los trabajadores sobre la empresa donde trabajan En líneas generales, el 66,63% de los trabajadores por cuenta ajena considera que su situación laboral en la empresa donde trabaja es buena o muy buena (en 2020 este porcentaje fue del 62%), frente al 7,46% que la considera mala o muy mala (en 2020 suponía el 10%).
Además, un 39% de los ingenieros encuestados opina que la crisis generada por la COVID-19 ha afectado a la situación económica de su empresa, mientras que un 53% considera que no lo ha hecho en gran medida, y un 8% no lo tiene claro, al responder NS/NC (no sabe/no contesta). Estas respuestas difieren notablemente de lo respondido en 2020: el 52% opinó que dicha crisis sí había afectado a su empresa, frente a un 41% que consideraba que no. Por su parte, un 74% ve bastante o muy probable la posibilidad de mantener su puesto de trabajo actual, un porcentaje superior al del año anterior (67,71%).
En el caso de los trabajadores por cuenta propia (empresario o autónomo), un 37,55% piensa que la situación económica actual de su empresa es buena o muy buena, un porcentaje considerablemente superior a los que la consideran mala o muy mala (15%). La respuesta mayoritaria corresponde a la opción intermedia, con un 47,31%. En esta ocasión, la percepción vuelve a ser más positiva que en 2020: el 27% calificó la situación de buena o muy buena, y el 22,61% de mala o muy mala. La respuesta mayoritaria correspondió una vez más a la opción intermedia, con un 50,47% de las respuestas.
En relación a la evolución económica de su empresa en los próximos años, el 50,67% opina que será buena o muy buena, el 37,33% la sitúa en una escala intermedia, y el 12% considera que será mala o muy mala. En 2020, la visión volvió a ser menos optimista, ya que el 25,29% optó por esta última respuesta, debido seguramente a la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, y el 31,12% predijo que la evolución de su empresa sería buena o muy buena en los próximos años. El 43,59% la situó en una escala intermedia.
Por otra parte, el 66% de los trabajadores por cuenta ajena ha indicado que su empresa no ha tenido que someterse a ninguna situación de ERTE, mientras que el 30% ha manifestado que sí ha sido necesario. Estos datos mejoran ligeramente los obtenidos en 2020: el 60% y 38% respectivamente.
Además, el 75% ha tenido que teletrabajar en algún momento y el 30% prevé seguir haciéndolo; mientras un 8% considera que no lo tiene previsto. En 2020, el 78% teletrabajó, y el 42% preveía entonces seguir haciéndolo; el mismo porcentaje que creía que no seguiría en la modalidad de teletrabajo. Por su parte, un 16% no lo tenía claro (ns/nc).
Otro dato relevante es el hecho de que el 69% de los trabajadores por cuenta propia cree que mantendrá el número de empleados de su empresa, frente a un 8% que considera que la tendencia será a disminuir y un significativo 23% piensa que realizará nuevas contrataciones. En 2020, este último dato representó tan solo el 10% de las respuestas, mientras que el 15% consideraba que la tendencia sería a disminuir las contrataciones, y un mayoritario 75% restante pensaba que mantendría el número de empleados en su empresa.
Asimismo, el 75% señala que no ha tenido que prescindir de ninguno de sus trabajadores, mientras que el 9% aboga por la respuesta afirmativa. El resto, 16%, no lo ha dejado claro, al marcar la opción ns/nc. En 2020, las respuestas fueron prácticamente similares, con un 73% que indicó que no tuvo que llevar a cabo despidos, y el mismo porcentaje que en 2021, 9%, marcó la respuesta afirmativa. El 18% contestó ns/nc.
Por su parte, el 72% indica que no ha sido necesario acogerse a ninguna situación de ERTE, mientras que el 12% manifiesta lo contrario, y el restante 16% prefiere marcar la opción de ns/nc. En 2020, los porcentajes fueron en la misma línea: 71%, 14% y 15% respectivamente.
Por último, el 59% de los trabajadores por cuenta propia señala que el presupuesto de su empresa para el año 2022 se reducirá un 30%; el 18% cree que lo hará en un 30%; el 11% considera que se reducirá en un 10%; el 5% opina que se reducirá un 5%, y el 7% restante considera que perderá más del 50% para compensar la cuenta del resultados. En 2020, las respuestas sobre el presupuesto indicaron lo siguiente: el 44% de los trabajadores por cuenta propia señaló que el presupuesto de su empresa para el año 2021 se reduciría un 30%; un 23% que se mantendrá igual que lo previsto o que mejorará; y un 8% consideraba que perdería más del 50% para compensar la cuenta de resultados. El 12% opinaba que se reduciría en un 10% y el 3% restante que lo haría en un 5%.
Por otra parte, en el bloque de los desempleados, tan solo el 11% afirma haber perdido su trabajo a causa de la crisis generada por la COVID-19, frente a un mayoritario 78% que indica que no ha sido por dicho motivo, y el 11% no lo tiene claro del todo (ns/nc). En 2020, el porcentaje de los ingenieros encuestados que reconocían haber perdido su trabajo a causa de la crisis generada por la COVID-19 ascendió hasta el 30%, mientras que el 64% indicó que no se debía a esta causa, y el 6% no tenía claro el motivo.
Temas de actualidad
El Barómetro Industrial cuenta también con un bloque de preguntas dedicadas a diferentes temas de actualidad, cuyas conclusiones son especialmente relevantes y significativas en el contexto económico y productivo actual.
- Incremento del precio de la energía
Sin duda, uno de los asuntos que más preocupan es el incremento del precio de la energía, que está marcando registros históricos, y que de momento no parece que vaya a ser algo coyuntural. En este sentido, el 56,89% de los ingenieros de la rama industrial piensa que dicho incremento está afectando de manera significativa a su ámbito de actividad (34% alto grado de afección y 22,85% muy alto), frente al 15,74% que aprecia un grado de afección bajo o muy bajo (12,04% y 3,70% respectivamente), y el 27,38% restante lo sitúa en un nivel intermedio.
Asimismo, en relación a esta cuestión, y con motivo de la transición energética, el 69% de los ingenieros encuestados considera que ésta encarecerá el precio de la energía, frente al 19% que piensa que lo abaratará, y al 12% que cree que apenas tendrá efecto.
- Fondos Next Generation de la Unión Europea
Otro tema que destaca por su relevancia e interés es el relativo a los Fondos Next Generation de la Unión Europea, enmarcados en el Plan de Recuperación, que contribuirá a reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia de la COVID-19, y que suponen para España la recepción de 140.000 millones de euros en transferencias y créditos en el período 2021-2027. Pues bien, el 39,36% de los ingenieros encuestados opina que los Fondos Next Generation UE pueden afectar de manera positiva al crecimiento del sector industrial, frente a un 22,25% que piensa lo contrario. Cabe destacar que la opción intermedia también es notablemente representativa, con el 38,39% de las respuestas.
Sin embargo, en cuanto a la ejecución y desarrollo de dichos fondos, a nivel general, el 36,68% realiza una valoración negativa, frente al 19,83% que tiene una percepción positiva, y a un 43,48% que se ha decantado por la opción intermedia (respuesta mayoritaria). Trasladada esta pregunta al ámbito específico del sector industrial, las respuestas son todavía algo más negativas, ya que tan solo el 17,9% realiza una valoración positiva, en contraposición del 39,76% que lo valora de forma negativa, y el 42,34% opta una vez más por la respuesta intermedia.
A ello hay que añadir que el 74% de los ingenieros encuestados es de la opinión de que los Fondos de Recuperación no llegarán de forma adecuada a las pymes industriales, mientras que tan solo un 9% piensa que sí lo harán, y el 17% restante no tiene una opinión definida (ns/nc).
- Transición ecológica y transformación digital
Preguntados por el grado de sensibilización del sector industrial español con la transición ecológica y la transformación digital, el 42,46% de los ingenieros encuestados lo sitúa en un nivel intermedio, seguido del 34,51% que lo considera insuficiente (28,14% mala y 6,37% muy mala), y el 23% restante lo considera aceptable (20,86% buena y 2,16% muy buena).
- Peso de la industria en el PIB
Las cifras de la industria en España se alejan del objetivo de representar el 20% del PIB fijado por la Unión Europea en su Horizonte 2020, por lo que en la encuesta del V Barómetro Industrial se preguntaba a los ingenieros acerca de si serían partidarios de establecer un nuevo horizonte para alcanzar dicho objetivo, teniendo en cuenta que en la actualidad se sitúa en el 14,7% del PIB. En esta cuestión, la gran mayoría, el 90%, considera que sí sería partidario y tan solo el 7% aboga por lo contrario.
Entre ellos, el 75% plantearía un horizonte entre los años 2025-2030, el 21% en el periodo 2030-2035 y el 3% restante entre 2035-2040.
- Implantación del teletrabajo
En cuanto a la implantación del teletrabajo en el sector industrial, el 44% de los ingenieros encuestados considera que la implantación ha sido inferior al 1%, seguido de un 39% que la sitúa entre el 1% y el 5%, y el 17% restante piensa que dicha implantación ha sido mayor del 5%.
Por su parte, 60% cree que de ahora en adelante no se mantendrán las mismas condiciones de teletrabajo que se han producido durante la crisis sanitaria generada por la pandemia de la COVID- 19, frente a un 28% que opina que sí se mantendrán, y el 12% restante no tiene claro lo que sucederá (ns/nc).
- Desabastecimiento de algunos productos
El crecimiento económico del continente asiático y el control sobre determinadas materias primas, está provocando no solo desabastecimiento de algunos productos, sino además una inflación, que comienza a ser preocupante. En este sentido, se les preguntaba a los ingenieros encuestados si habían sufrido el desabastecimiento de algunos productos o materias primas en su actividad. Pues bien, el 62% afirma que sí lo han experimentado, mientras que el 31% ha marcado la respuesta negativa, y el 7% restante opta por la opción de ns/nc.
En cuanto al grado de desabastecimiento, la mayoría lo sitúa en una escala intermedia, con un 42,62%, seguido del 30% que lo establece en un nivel bajo (25,87% bajo y 4,16% muy bajo), y el 27,35% restante en un nivel alto (21,38% y 5,97% muy alto).
- Encarecimiento de los productos o materias primas
En relación con la pregunta anterior, la inmensa mayoría de los ingenieros encuestados, concretamente el 87% piensa que se ha producido un encarecimiento de materias primas y productos, frente al 7% que opina lo contrario, y el 6% restante ns/nc. Además, casi el 70% considera que el grado de encarecimiento ha sido alto o muy alto (41,94% y 27,92% respectivamente), mientras el 23,65% lo sitúa en una escala intermedia y tan solo el 6,49% restante en un nivel bajo.
Estas son algunas de las principales conclusiones extraídas del profundo estudio que se ha realizado, y que pueden ayudar a perfilar una serie de directrices estratégicas con las que contribuir a mejorar el desarrollo y la competitividad que las empresas industriales necesitan, así como al fortalecimiento de un sector de futuro sostenible.
LA INDUSTRIA EN LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
Por último, Salvador Marín ha explicado la información sobre el estado de la industria en las comunidades autónomas que aparece recogida en el Informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España: actualización 2021, que se resume a continuación:
- El análisis de la contribución del PIB industrial al total en cada una de las comunidades autónomas muestra que la mayoría de las mismas (12 de 17) presenta una contribución de la industria manufacturera a su PIB por encima de lo que se produce a nivel nacional (11,16%).
- En cuanto al empleo en el sector industrial por comunidades autónomas, los datos de empleo del tercer trimestre del 2021 muestran que éste representa el 13,62%, descendiendo 0,4 puntos porcentuales con respecto al año anterior y también apreciándose, al igual que en ejercicios anteriores, una correlación lógica entre la producción del sector en cada una de ellas y el empleo generado.
- También se ha realizado un análisis del sector industrial por comunidades autónomas, en el que de forma grupal se ha comparado la evolución del PIB industrial desde 2000 a 2019 con el conjunto de la economía nacional, confeccionándose tres grupos: comunidades autónomas cuyo PIB industrial supera al nacional (Navarra, La Rioja, País Vasco, Aragón, Cantabria, Cataluña y Castilla y León); comunidades autónomas con un PIB industrial similar al nacional (Asturias, Murcia, Castilla la Mancha, Galicia y la Comunidad Valenciana) y comunidades autónomas cuyo PIB industrial es inferior al nacional (Extremadura, Madrid, Andalucía, Canarias y Baleares).
- Por último, subrayar el hecho de que, del total de comunidades autónomas, únicamente tres de ellas supera o casi alcanzan el umbral establecido por las autoridades comunitarias, del 20% de aportación del PIB industrial sobre el total del PIB, para asegurar un adecuado desarrollo de la economía de la Unión Europea. A día de hoy, sigue sin conseguirse el objetivo del 20% del PIB fijado por la Comisión Europea para 2020 en cuanto a desarrollo industrial, igual que sucedía en años anteriores, y más teniendo en cuenta que todavía persisten los efectos generados por la pandemia mundial de la COVID-19.
El director del Servicio de Estudios CGE y coordinador del Informe, Salvador Marín, ha centrado su intervención en destacar, por un lado, la posición de la industria española en comparación con otros países de su entorno. Así, ha remarcado que “España está en una modesta 6ª posición en cuanto a número de empresas industriales, y 5ª en relación a cifra de negocios y VAB, por detrás de países como Italia, Alemania, Francia, UK, entre otros”; por ello Marín ha indicado que “queda mucho ámbito de mejora, sobre todo si vemos los números absolutos con diferencias de casi el 50% menos en relación a los países citados en el número de empresas y aún mayores –muy considerables– en relación a la cifra de negocios y VAB”.
Por otra parte, ha señalado Marín que en el análisis de las comunidades autónomas “este es el primer informe que hemos clasificado a estas por grupos, siendo las comunidades autónomas de Navarra, La Rioja, País Vasco, Aragón, Cantabria, Cataluña y Castilla y León las que tienen un PIB Industrial superior al Nacional”. Salvador Marín ha concluido afirmando que “el desarrollo y resultados de este barómetro nos lleva a continuar abogando por políticas activas que doten de mayor peso al sector industrial. En este sentido, y para que la industria española mejore su competitividad, se considera necesario priorizar las políticas de I+D+i; favorecer que las empresas españolas ganen en tamaño, ya que el porcentaje de empresas españolas no ha variado significativamente desde el último barómetro (99,47% son pymes, y de ellas un 84,84% son microempresas, un 12,83% son pequeñas empresas y un 2,33% medianas); e incentivar que se transforme o adapte la oferta industrial, la cooperación público-privada y la formación profesional”.
Pueden descargarse el informe nacional del V Barómetro Industrial en el apartado “Más Información”.
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