El elevado precio de la energía, la inflación y la incertidumbre económica están frenando un mayor avance del sector industrial. Esta es una de las principales conclusiones que pueden extraerse del VI Barómetro Industrial del COGITI – Cátedra Internacional COGITI de Ingeniería y Política Industrial (UCAM), correspondiente a 2022, y del informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España (2022), que se han presentado en un acto, celebrado el 21 de diciembre, en formato mixto (presencial y telemático).
El Barómetro Industrial, elaborado por el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI) –con la colaboración de la Fundación Caja de Ingenieros– es un estudio sociológico en el que, a través de las respuestas ofrecidas por 3.500 Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la rama industrial de todos los ámbitos productivos y de toda la geografía española, se valora la situación actual del sector en España y su evolución –tanto a nivel nacional como regional–, así como una serie de temas de actualidad relacionados con los altos precios energéticos, el sistema eléctrico español, la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares, la política medioambiental europea, la importación de productos y materias primas, la inflación, los PERTE, los Fondos Next Generation o la reforma laboral, entre otros.
Por su parte, el informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España: actualización 2022, que se incluye en esta edición del Barómetro –al igual que en los tres años anteriores– ha sido elaborado por el Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas de España (CGE) utilizando la última serie de datos disponible, y en él se analiza la situación de la industria desde un punto de vista económico, a la vez que hace una comparativa de la situación en las distintas comunidades autónomas.
En la presentación han participado representantes de ambas organizaciones. Por parte del COGITI, su presidente, José Antonio Galdón (director, a su vez, de la Cátedra Internacional COGITI de Ingeniería y Política Industrial –UCAM–), y la coordinadora del Barómetro, Mónica Ramírez; y por parte del CGE, su presidente, Valentín Pich, y el director del Servicio de Estudios del CGE y coordinador del Informe, Salvador Marín. En el acto también ha participado Josefina García, rectora de la UCAM (Universidad Católica San Antonio de Murcia).
En la apertura del acto, José Antonio Galdón Ruiz, presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI), ha señalado que “el VI Barómetro Industrial pone de manifiesto una percepción más positiva de los profesionales del sector que en los años anteriores, lo que no deja de ser una buena noticia, pese a las claras reivindicaciones que se realizan para solucionar los problemas del tejido industrial, y el cierto descontento con las medidas de las diferentes administraciones”.
“Es evidente que el sector requiere cierta protección y equilibrio para ser competitivo en un mundo global donde las exigencias son tan dispares, a lo que habría que sumar una estabilidad y certidumbre en los precios energéticos y una fiscalidad especial para fomentar las inversiones necesarias”, indica Galdón. No obstante, el presidente del COGITI ha recibido con gran satisfacción el anteproyecto de Ley de Industria publicado recientemente, en el que ya se recogen muchas de las medidas que se han puesto de manifiesto en el barómetro, y confía en poder incorporar mejoras en el mismo. “Es una Ley que lleva más de 30 años sin actualizarse, y requiere adaptarse a los tiempos actuales, que impriman el dinamismo y la transformación del tejido industrial, en consonancia con la digitalización y las políticas medioambientales y energéticas que requiere nuestra sociedad”.
Para finalizar, ha señalado que “el sector industrial es básico para nuestro desarrollo social y económico”, y ha pedido un consenso mayoritario en la tramitación de esta Ley, apelando al diálogo constructivo y con la participación de todos los agentes involucrados.
En esta misma línea se ha manifestado también el presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Valentín Pich, quien ha abogado por “políticas activas que doten de mayor peso al sector industrial”. En este sentido, y para que la industria española mejore su competitividad, Pich considera necesario “priorizar las políticas de I+D+i, favorecer que las empresas españolas ganen en tamaño, transformar la oferta industrial, fomentar la cooperación público-privada e incentivar la formación profesional”. A este respecto, el presidente de los economistas considera que “es necesario que los principales agentes implicados sean escuchados y más cuando ya existe un anteproyecto de Ley al respecto”. Por último, Pich ha coincidido con Galdón en que era y es una ley muy necesaria, pero ha solicitado “una mayor concreción en cuanto a la financiación, plazos y objetivos, así como la participación en su diseño de todos los actores relevantes del sector industrial español”.
Por otra parte, el director del Servicio de Estudios CGE y coordinador del Informe, Salvador Marín, ha centrado su intervención en destacar que “las cifras que arrojan los datos del barómetro y el informe económico coyuntural en relación a nuestro sector industrial nos indican, año tras año, que es un sector que no termina de consolidarse, pese a ser muy necesario para el crecimiento y fortalecimiento de nuestra economía, por tanto le queda aún mucho recorrido y tiene, en comparativa internacional, una clara capacidad de mejora. Existen muchos datos en este estudio que podrían ayudar a explicar la anterior manifestación, pero los sintetizaré solo en uno de ellos. Si bien a lo largo de 2021 la industria española experimentó una lógica y necesaria recuperación, parte de ella explicada por la caída experimentada, esta es menor que la del resto de países europeos, siendo la quinta que menos ha crecido durante 2021. A día de hoy, tras el estudio detallado de la contribución de la industria al PIB y al empleo por comunidades autónomas, se puede decir que sigue sin conseguirse el objetivo marcado por la Comisión Europea de alcanzar en cada Estado miembro el 20% como contribución de la industria al PIB nacional, concretamente supone en 2021 el 15,31% del PIB nacional”.
La coordinadora del VI Barómetro Industrial, correspondiente a 2022, Mónica Ramírez, ha presentado las principales conclusiones del Barómetro, que se indican a continuación.
PRINCIPALES CONCLUSIONES DEL BARÓMETRO INDUSTRIAL 2022
Temas de actualidad:
- El Barómetro Industrial cuenta con un bloque de preguntas dedicadas a diferentes temas de actualidad, cuyas conclusiones son especialmente relevantes y significativas en el contexto económico y productivo actual. Sin duda, uno de los asuntos que más preocupa es el incremento del precio de la energía, que está marcando registros históricos. El 47% de los ingenieros participantes en este barómetro considera que estos altos precios afectan en gran medida a la competitividad del sector industrial, seguida de un 31 % que creen que afecta bastante, y un 12,23% se decantan por las respuestas de en poca o en ninguna medida. Un 9,71% por su parte, se mantiene en la escala intermedia. En segundo lugar, les preocupa la elevada inflación, y, en tercer lugar, la incertidumbre económica.
- Por otra parte, el 76,83% sería partidario de alargar la vida de las centrales nucleares, y este porcentaje es todavía más mayoritario cuando se les pregunta si consideran necesaria una reforma del sistema eléctrico: así lo opinan el 96,29%.
- El 89% considera contradictoria la rígida política medioambiental que se autoimpone Europa para luego permitir importar productos o materias primas de otros países, sin exigirles que cumplan los mismos protocolos laborales o de seguridad.
- El 92% de los ingenieros encuestados considera que se debería exigir a la industria ajena a la Unión Europea los mismos requisitos que a dicha industria (europea). El 34% considera que se debería exigir el cumplimiento de normativas medioambientales en el origen, mientras el 28,43% considera que habría que adoptar medidas más estrictas en la homologación de productos. Las siguientes medidas que consideran más adecuadas serían, por este orden: aranceles compensatorios a la importación, el marcaje de los productos con etiquetas ambientales en función de su huella de carbono, y, por último, gravar el transporte de mercancías por emisiones de CO2.
- Un 62% considera que la decisión que ha llevado al Banco Central Europeo (BCE) a adoptar una postura agresiva en la subida de los tipos de interés para tratar de frenar la elevada inflación puede influir bastante negativamente en el sector industrial; el 25% considera que puede influir mucho, el 12% poco y el 1% nada. Las dos consecuencias negativas más probables que indican son el freno a las inversiones (33,35%), y el cierre de pymes industriales (20,21%). A continuación, señalan la disminución de la demanda (17,25%), la insolvencia financiera (15,37%), y los recortes de personal en las empresas (13,82%).
- En cuanto a los Fondos Next Generation de la Unión Europea, el 55% afirma que su empresa no ha recibido ninguna ayuda económica todavía, frente a un 12% que asegura haberlos recibido, y un significativo 33% que no lo tiene claro, y ha marcado la opción de NS/NC (no sabe o no contesta).
- Y siguiendo con estos fondos europeos, hasta la fecha se han creado 11 grandes PERTES (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica). De entre ellos, los ingenieros/as encuestados consideran que el PERTE de energías renovables es el más importante, y, a continuación, el orden de prioridad sería el siguiente: PERTE del hidrógeno renovable y almacenamiento, PERTE de microelectrónica y semiconductores, PERTE agroalimentario, PERTE de digitalización del ciclo del agua, PERTE para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado, PERTE de la Economía circular, PERTE Aeroespacial, y, por último, el PERTE para la industria naval.
- Asimismo, se les preguntaba por los PERTE que no se han creado, pero que en su opinión serían necesarios, y en este sentido han indicado los siguientes: PERTE de autoconsumo y comunidades energéticas (así lo opina el 25% de los encuestados), PERTE de la pyme industrial (20,94%), PERTE de la innovación tecnológica (20,56%), PERTE de la eficiencia energética residencial (17%), PERTE del transporte (11,43%), PERTE de la ciberseguridad (4%), y el 1% para “Otros”.
- En otro orden de cosas, el 77% de los ingenieros considera necesaria, en la situación actual, una política fiscal específica para el sector industrial.
- Por último, la mitad de los encuestados (51%) considera que los cambios en el ámbito de la legislación laboral (reforma laboral) llevada a cabo por el Gobierno de España no han afectado sustancialmente a su empresa, mientras que el 35,46% opina que ha supuesto una carga negativa adicional, y el 13,40% restante piensa que ha supuesto una decisión positiva.
Situación del sector industrial:
- Cabe destacar que la encuesta del Barómetro Industrial se ha realizado en un contexto sensiblemente diferente al de los dos últimos años, que estuvieron plenamente marcados por la pandemia del Covid-19, y que afectó de forma muy considerable, como no podía ser de otra manera, tanto a la situación económica como social y laboral de nuestro país. En este sentido, la percepción de los ingenieros/as encuestados es algo más positiva que en 2020 y 2021, cuando se refieren al momento actual, pero se muestran algo más pesimistas cuando se les pregunta por la situación de cara a los próximos meses, debido principalmente a la incertidumbre económica.
- Con respecto a la situación actual de la industria en España, la respuesta mayoritaria corresponde a la escala intermedia, con un 51,60%, mientras que el 31,6% considera que es mala o muy mala, frente al 16,8% que opina que es buena o muy buena. Estas respuestas son más positivas que en la edición anterior, cuando el 40% consideraba la situación mala o muy mala, y el 11% opinaba que era buena o muy buena.
- En cuanto a la situación de la industria en sus respectivas regiones, el 32,57% la califica como mala o muy mala, mientras que el 40,49% se decanta por el nivel intermedio, y el 27% restante considera que es buena o muy buena (en 2021 este porcentaje supuso el 22%).
- Un año más cabe destacar que existe un cierto descontento con las Administraciones nacional y regional, en lo que respecta a las medidas tomadas para desarrollar y fomentar el sector industrial. Un 51,59% considera que los incentivos a la industria promovidos en su región son insuficientes, y alcanza el 55% de descontento cuando se traslada esta misma pregunta al ámbito nacional. Estos datos reflejan una desconfianza prácticamente similar a la de 2021, que fueron del 52% y del 57,74% respectivamente.
- En cuanto a la evolución de la situación del sector industrial en los próximos 6 meses en España, la perspectiva es mala o muy mala para el 47% de los encuestados, aunque seguida muy de cerca de la opción intermedia (37,2%). En la parte positiva se sitúan el 15,8% de los ingenieros encuestados.
- En lo que respecta a las actuaciones llevadas a cabo por la Administración de España en materia económica, los Ingenieros Técnicos Industriales lo tienen claro, un 74% de los encuestados considera que no son suficientes o apropiadas.
- En líneas generales, casi el 70% de los trabajadores por cuenta ajena considera que su situación laboral en la empresa donde trabaja es buena o muy buena (en 2021 este porcentaje fue del 66,63%, y en 2020 del 62%), frente al 7% que la considera mala o muy mala (en 2021 suponía el 7,46% y en 2020 el 10%). Por su parte, el 93,19% ve bastante o muy probable la posibilidad de mantener su puesto de trabajo actual, un porcentaje notablemente superior al de 2021 (74%) y 2020 (67,71%).
- En el caso de los trabajadores por cuenta propia (empresario o autónomo), el 40,75% piensa que la situación económica actual de su empresa es buena o muy buena (frente al 37,55% del año pasado), un porcentaje considerablemente superior a los que la consideran mala o muy mala, en concreto el 12%, tres puntos porcentuales menos que en 2021 (15%). La respuesta mayoritaria corresponde a la opción intermedia, con un 47,19%, prácticamente similar al año anterior.
- En cuanto a la evolución económica de su empresa en los próximos años, el 45% opina que será buena o muy buena, el 39,81% la sitúa en una escala intermedia, y el 14,52% considera que será mala o muy mala. Llama la atención que, en este apartado en concreto, la visión de los empresarios y autónomos es algo más negativa que en 2021: el 50,67% opinaba entonces que sería buena o muy buena, el 37,33% la situaba en una escala intermedia, y el 12% consideraba que sería mala o muy mala.
A continuación, Salvador Marín ha explicado la información sobre el estado de la industria (en España y en sus CCAA, y a nivel internacional) que aparece recogida en el Informe Una perspectiva económica de la situación de la industria en España: actualización 2022, que se resume a continuación:
UNA PERSPECTIVA ECONÓMICA DE LA SITUACIÓN DE LA INDUSTRIA EN ESPAÑA: ACTUALIZACIÓN 2022
Análisis de la situación de la industria en España:
- El crecimiento de la industria por debajo del experimentado por la economía nacional, especialmente provocado por la evolución de la industria manufacturera, ha dado como resultado que la industria española continúe un año más perdiendo peso respecto del conjunto de sectores de la economía nacional, pasando de suponer el 20,6% del valor añadido bruto (VAB) en el año 2000 al 16,94% en 2021. En relación al peso del total de la industria en el PIB español, en el año 2000 era el 18,7% y en el 2021 el 15,31%, cifra aún lejana del 20% previsto por el Horizonte 2020.
- Al analizar la aportación de la industria española al empleo nacional, los datos para únicamente el tercer trimestre de 2022 muestran que el total de ocupados en el sector industrial (equivalente a jornada completa) ascendió a 2,8 millones de personas, lo que supone un aumento del 9,35% con respecto a los datos del tercer trimestre del año anterior, crecimiento superior al experimentado por el empleo nacional (2,6%). Del total de empleo en el sector industrial, el 90,6% corresponde al generado en la industria manufacturera. En cuanto al peso relativo del empleo industrial, se sitúa en el 13,6% del empleo total.
- Si la actividad industrial comenzó a recuperarse a partir de la segunda mitad de 2020, confirmando esta tendencia en 2021 –principalmente a finales de año– y comienzos de 2022, la guerra entre Rusia y Ucrania y la escalada de precios llevan a mostrar un descenso progresivo del Indicador de Clima Industrial (ICI) desde febrero de 2022, alcanzando su valor más negativo en noviembre de 2022 (-7,7). Este Indicador del Clima Industrial sigue en negativo en noviembre por quinto mes consecutivo.
- De otro lado, el Índice de Producción Industrial (INE), que mide la evolución mensual de la actividad productiva de las ramas industriales, excluida la construcción, también ha mostrado para 2022 una disminución en la serie. Si en enero partía de 4,3, en octubre (último dato disponible) supone un 2,2. De otro lado, el Índice de Producción Industrial a nivel europeo (Eurostat) provisional de septiembre (último dato disponible) se sitúa en España en 106,4, al igual que los demás meses de 2022, por debajo de la media europea, que asciende en septiembre a 110,6.
- De otro lado, el Índice de Ventas a nivel europeo en septiembre para España (144,5) cae respecto al mes de agosto (149,7).
- En cuanto a las expectativas de empleo, en noviembre disminuyen a 2,2 puntos. También las expectativas de precios de venta para los próximos tres meses caen en noviembre hasta 22,3 puntos.
- Por otra parte, y teniendo en cuenta que dentro del sector industrial destaca la importancia de la industria manufacturera, en 2021 esta industria supuso el 75,32% del VAB sobre el total. En cuanto a su evolución, el porcentaje (%) en el PIB de sólo la industria manufacturera ha pasado del 16,2% al 11,53% en el periodo 2000-2021 y su VAB bajó del 17,8 en el año 2000 al 12,76% en 2021. Aun así, hay que señalar que los datos muestran una recuperación del peso relativo con respecto al 2020 en el que se situó en 12,08%.
Situación de las Comunidades Autónomas:
- Al analizar la contribución del sector industrial en cada una de las Comunidades Autónomas, en relación a su PIB regional, se pueden establecer tres grandes grupos. Un primer grupo formado por Navarra, País Vasco y Rioja, cuya contribución del sector industrial al empleo y producción en el total regional de cada una de ellas es muy superior al resto de CCAA. Otro grupo formado por Andalucía, Baleares, Canarias y Galicia con una contribución reducida con respecto a la media nacional, y un tercer grupo formado por el resto de CCAA con una aportación muy cercana a la media nacional.
- En cuanto a la contribución del sector industrial de cada una de las CCAA al PIB industrial nacional, Cataluña es la comunidad autónoma que más contribuye al total de la industria nacional con un 22,07%. Posteriormente, aparece un grupo de comunidades autónomas formadas por Madrid, Andalucía y Valencia con una contribución de alrededor del 11%. En el extremo inferior aparece un grupo formado por seis comunidades autónomas: Baleares, Canarias, Cantabria, Asturias, Extremadura y Rioja, cuya contribución es inferior al 2,5%.
- Por sectores y subsectores, se puede destacar que Madrid, con un 29,35%, y Andalucía, con un 24,13%, son las comunidades autónomas que más contribuyen en la producción de la industria extractiva. Cataluña con un 23,55% es la comunidad autónoma que más lo hace en el caso de la producción de la industria manufacturera, seguida de Valencia (11,33%) y Andalucía (10,47%). Madrid, con un 23,04%, es la comunidad autónoma que más contribuye en el subsector dirigido al suministro de energía. Le siguen Cataluña con un 15,36% y Andalucía con un 13,04%. Por lo que respecta al subsector de suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación, Cataluña con un 18,11% y Madrid con un 19,25%, son las comunidades que presentaron una mayor contribución.
Comparativa internacional:
- La industria española fue una de las que durante 2020 sufrió una de las principales caídas a nivel europeo o variaciones negativas en varias de sus magnitudes –sobre todo en cifra de ventas, seguida del valor añadido bruto y, en menor medida, del número de empresas–, consecuencia del comienzo de la pandemia originada por la COVID-19: Para el caso español, el número de empresas disminuye (-1,28%); la cifra de negocios (-11,34%) recoge una de las peores caídas a nivel europeo, siendo superior a la caída media de la Unión Europea; y un Valor Añadido Bruto para España (-8,01%) que refleja de nuevo una disminución superior a la de la media.
- Los datos también muestran que la cifra de negocios media de la industria española es inferior a la de la UE. Así, mientras que las empresas industriales en España tienen una cifra de negocios media de 3,14 millones de euros, la media de los países de la Unión Europea asciende a 3,79 millones de euros.
- Si bien a lo largo de 2021 la industria española ha experimentado una lógica y necesaria recuperación, fruto sin duda de la caída experimentada, esta es menor que la del resto de países europeos, siendo la quinta que menos ha crecido durante 2021, y, además, aún no ha alcanzado los niveles pre-pandemia.
Pueden descargase el informe nacional del VI Barómetro Industrial y los archivos de las presentaciones mostradas en el acto, en el apartado “Más información”.
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