Fri, 05 Mar 2010 00:00:00 +0100 http://www.cogiti.es/Canales/Ficha.aspx?IdMenu=177662fe-361c-4a23-ae3f-9681caf03cb3&Cod=a8ffd75a-32b5-4428-a302-fc54fa744e23
La sede del Consejo General de Ingenieros Técnicos Industriales acogió el pasado 23 de febrero el primero de los seminarios de comunicación de 2010, que Unión Profesional lleva organizando desde hace cinco años.
En esta ocasión, el seminario abordó un tema de especial relevancia para el sector colegial como es del lobbying, y la manera en la que se procede desde las organizaciones colegiales a la hora de gestionar la relación con los poderes Ejecutivo y Legislativo.
En la presentación del seminario, Vicente Martínez, presidente del Consejo General de Ingenieros Técnicos Industriales, hizo alusión al “cambio de paradigma de los colegios profesionales como consecuencia de las recientes novedades normativas y las que están por llegar, sobre las que todavía podemos influir”.
Ante esta situación, es necesario saber cómo funcionan las Administraciones Públicas y el Poder Legislativo y, lo que es más importante, aprender a convencer, pero con argumentos. La ponencia corrió a cargo de Luis Arroyo, presidente de Asesores de Comunicación Pública y ex director adjunto del Gabinete de la vicepresidencia primera del Gobierno de España. El seminario tuvo como tema central la capacidad de influencia, y estuvo vertebrado por el “Decálogo del lobista eficaz”, una síntesis de todo aquello que hay que tener en cuenta a la hora de relacionarse con la Administración:
– La causa debe ser siempre de interés general.
– El mejor momento para intervenir es antes de que el asunto “exista”.
– El lobbying persigue una modificación (o no modificación) en un papel: es mejor dejarlo claro desde el principio.
– Las relaciones con nuestro “ministerio” no pueden ser oportunistas: han de ser constantes, positivas, constructivas.
– Mejor uno o dos interlocutores por cada organización.
– Mejor documentos cortos y políticos que dossieres largos y técnicos.
– Nuestro mejor aliado será alguien de dentro de la Administración.
– Mejor aportar la solución que señalar el problema.
– El buen lobista siempre está ahí: para lo bueno y para lo malo.
– El lobbying de base (manifestaciones) es siempre una opción, pero debe ser la última.
Como resumen-conclusión, Luis Arroyo planteó la secuencia ideal de relaciones entre la Administración y las organizaciones colegiales, con cinco palabras : problema, debate, solución, implantación y evaluación. Es necesario explicar que hay un problema social y, dado que afecta a la sociedad, ésta debe debatirlo, sin olvidar que las pautas del debate deben ir marcadas por aquellos que lo organizan. El debate ha de calar en la sociedad.
En la imagen aparecen de izquierda a derecha: Vicente Martínez (presidente del Consejo General de Ingenieros Técnicos Industriales), Luis Arroyo (ponente) y Gonzalo Múzquiz (secretario técnico de Unión Profesional).