Tal y como explica Ricardo Baamonde, “The Universal Fridge surgió en nuestros viajes al continente africano con el proyecto Pangono Pangono” –con el que instalaron infraestructuras fotovoltaicas para suministrar electricidad en varios edificios-. Una vez allí, descubrieron que algo tan común en Europa como disponer de un refrigerador para conservar alimentos, era “algo practicamente impensable en África”, concluye Baamonde. Con The Universal Fridge se busca, precisamente, dar respuesta a esta necesidad y conseguir un sistema de refrigeración para los más de 1.500 millones de personas del continente que carecen de él.
Como relata el ingeniero, esta carencia impide “a refrixeración de alimentos, obrigando ás mulleres a estar atadas ás cociñas todo o día e provocando unha dependencia total e falta de oportunidades para o seu desenvolvemento”. De conseguir su objetivo, se ganaría, como explica el profesional, “en calidade de vida, pero tamén en igualdade de oportunidades para as mulleres”.
Para llegar a la línea de meta, los ingenieros técnicos industriales hacen un llamamiento a técnicos, investigadores y científicos de todo el mundo para que “poidan buscar unha solución eficaz e asequible para pór fin a este problema”. Y es que, como comenta Baamonde, “alternativas existen. Nós estamos facendo probas con neveiras solares pero son demasiado caras”. En este sentido, tanto Baamonde como Fernández apuntan que “Galicia en xeral e A Coruña en particular sempre estiveron moi vencelladas á refrixeración, presentándose como auténticas potencias do frío”.
Pangono Pangono
Este no es, ni mucho menos, el único reto al que se han enfrentado los tres ingenieros técnicos industriales. En 2019, un hospital, una residenciade estudiantes y orfanato de Malawi consiguieron tener electricidad 24 horas al día gracias a su trabajo a través de la Operación Pangono Pangono. COETICOR se hizo eco de ello en una noticia, que pueden leer aquí.
La aventura comenzó en el 2006, en un viaje a Malawi, cuando Ricardo Baamonde conoció, de primera mano, algunas de las carencias que sufría el país. Ese año, los colegiados ayudaron con temas técnicos e informáticos. Sin embargo, con el paso del tiempo, y en coordinación con las Misioneras María Mediadora, han ido concretando su ayuda en diversas actuaciones hasta la última, la del 2019.
La previsión de los ingenieros técnicos industriales es emprender un nuevo viaje al continente africano en el 2021. En esta ocasión, sus esfuerzos se centrarán en instalar “unha aula informática nunha residencia para mozas”.